viernes, septiembre 15

.augustico y mis frutillas

Esta mañana recordé la pesadilla que fue vivir en casa de los monstruos. Esto es algo que escribí del hijo menor el 27 de abril de 2006:

Me hubiera gustado empezar la semana con frutillas y terminarla con un par de mojitos pero desde que llegué a su casa, Augustico me impidió cumplir con esta rutina. No tenía la culpa de ser tan curioso y de querer entrar en mi habitación –incluso en el baño cuando me desvestía antes de enfurecerme porque mi rastrillo estaba lleno de vello púbico de otra persona. “No tiene la culpa” me repetía, mientras practicaba una respiración que mal había aprendido, para no reprenderlo por tocar a mi puerta sin cansancio a las siete de la mañana y comer frutillas ajenas si me ausentaba por la tarde. Para Augustico, yo era una maldita loca a quien heriría con un cuchillo de mesa aventado desde el balcón o colgaría de pies en el cordel de la ropa si fuera más fuerte, si fuera más grande.

1 comentario:

K-tron dijo...

Hola:

Estaba revisando mi Blogg y encontré el tuyo y me permití leer un poco.

No eres la única que lo ha pasado mal con personas intrusas o con terribles estadías en casa de personas que no son de nuestro agrado.

Cuídate mucho y como decimos en Chile "Aguante"